La terapia psicoanalítica, basada en la teoría de Sigmund Freud, estudia, investiga, explora y describe el alma humana: cómo se forma, cómo se desarrolla, cómo está estructurada y cómo funciona.
Nuestro inconsciente no tiene ni sexo ni edad.
El desarrollo psicoanalítico ha agregado al tratamiento técnicas, como la interpretación de los sueños, en encuadres terapéuticos diversos, como la terapia de pareja, de grupos, de la tercera edad, entre otras.
El aporte novedoso de la Terapia Vincular Familiar está centrado en la direccionalidad del proceso terapéutico ya que propone para el abordaje de la mayoría de las problemáticas la reconexión emocional con el lugar de hijo en la estructura familiar de origen, obstaculizado generalmente por las secuelas de las heridas recibidas por padres y abuelos en su propia crianza.
El vínculo internalizado con nuestros padres constituye una matriz que tiende a reproducirse en nuestros vínculos actuales, de pareja, laborales, sociales o con nuestros hijos.
Por todo ello se plantea un abordaje vincular-familiar de las distintas problemáticas emocionales de niños, jóvenes y adultos a través de la reconexión emocional con su lugar de hijos para ayudarlos a salir de la mimetización con las historias de sus padres, de la soledad, hiperexigencia, desmotivación, desconexión emocional, falta de límites, entre otras muchas sintomatologías actuales.